Piensos para animales de compañía: qué sabemos sobre los OGM, pesticidas y contaminantes

Riesgos y realidades de los OGM en los piensos

Perros y gatos comparten con nosotros mucho más que un hogar y afecto: incluso lo que comen cada día tiene un impacto directo en su salud y bienestar. En los últimos años, el mercado de alimentos para mascotas ha crecido enormemente, ofreciendo una variedad cada vez más amplia —desde alimentos secos y húmedos tradicionales hasta productos premium, orgánicos o “sin OGM”.

Pero, ¿cuánto sabemos realmente sobre lo que termina en los comederos de nuestros amigos de cuatro patas? Ingredientes vegetales y animales, harinas, aceites, aditivos, OGM y residuos de pesticidas forman parte de la cadena de suministro, y aunque las autoridades europeas y nacionales garantizan su seguridad, la percepción de los consumidores a menudo genera dudas.

Cabe destacar que estas evaluaciones no surgen de hoy: desde hace tiempo, las instituciones, agencias científicas y la propia industria han trabajado para monitorear ingredientes, contaminantes y procesos de producción. Entender cómo se producen los piensos, qué controles de calidad se realizan y qué riesgos —reales o percibidos— pueden existir es fundamental. En este artículo intentaremos hacer un balance de la situación, guiando al lector a través de normas, ingredientes, contaminantes y mejores prácticas, para ofrecer una visión clara y ayudar a tomar decisiones conscientes para la salud de nuestras mascotas.

En los últimos años, la industria de alimentos para mascotas ha crecido de manera significativa, impulsada por el aumento de animales de compañía y una mayor conciencia nutricional entre los propietarios. Solo en España se estiman unos 9,3 millones de perros y 5,9 millones de gatos, siendo la comida seca el 88,1 % de las ventas para perros y el 74,8 % para gatos (ANFAAC, 2025).

Esta expansión subraya la creciente importancia de la nutrición animal y la necesidad de un monitoreo continuo de la seguridad y calidad de los productos (Science of the Total Environment, 2025).


Materias primas e ingredientes: de dónde proviene la comida de nuestras mascotas

La calidad y seguridad del alimento para mascotas depende en gran medida de las materias primas utilizadas. Estos productos contienen una combinación de ingredientes vegetales, animales y aditivos que deben cumplir con requisitos nutricionales específicos para perros y gatos.

1. Ingredientes vegetales

Incluyen cereales (maíz, arroz, cebada), legumbres (soja, guisantes) y aceites vegetales.

Algunos de estos ingredientes pueden ser OGM, especialmente soja y maíz. En Europa, la presencia de OGM debe indicarse en la etiqueta solo si el ingrediente contiene ADN o proteínas detectables.

Los residuos de pesticidas pueden estar presentes en los componentes vegetales: los niveles detectados en alimentos convencionales son generalmente muy inferiores a los umbrales tóxicos documentados, pero las autoridades mantienen un monitoreo continuo.

2. Ingredientes animales

Carne, pescado, huevos y derivados animales constituyen una parte importante de las proteínas en los alimentos para mascotas.

Es importante recordar que los animales de los que provienen estos ingredientes pueden haber sido alimentados con piensos que contienen OGM, pero no existe obligación de indicarlo en la etiqueta.

Los animales también pueden acumular residuos de pesticidas, pero estudios y monitoreos indican que los niveles presentes en los productos finales no han mostrado efectos clínicos evidentes hasta ahora.

3. Aditivos y nutrientes complementarios

Vitaminas, minerales, conservantes, colorantes y aromas se agregan a menudo para garantizar el valor nutricional y la vida útil del producto.

Estos ingredientes están regulados por normativas específicas, con límites de seguridad bien definidos y sujetos a controles estrictos.

4. La importancia de la trazabilidad

La seguridad del alimento para mascotas también depende de la trazabilidad de las materias primas, su origen y el cumplimiento de protocolos de calidad a lo largo de toda la cadena de suministro.

Los productos orgánicos o certificados como “sin OGM” ofrecen un nivel de garantía superior, ya que prevén controles más estrictos sobre ingredientes vegetales y animales.


Contaminantes y residuos: qué puede encontrarse en el pet food

Además de la calidad intrínseca de los ingredientes, un aspecto central de la seguridad del alimento para mascotas es la presencia de contaminantes y residuos químicos. Estos pueden provenir tanto de la parte vegetal (cereales, legumbres, aceites) como de la parte animal (carne, pescado, derivados).

1. Residuos de pesticidas

Los pesticidas se utilizan en la agricultura para proteger cultivos y materias primas.

En los piensos y productos terminados para mascotas, los niveles detectados son generalmente muy inferiores a los umbrales tóxicos documentados para perros y gatos.

Los estudios disponibles indican que, aunque existe una mínima exposición crónica, no hay evidencia clínica de efectos negativos en mascotas alimentadas con piensos convencionales.

No obstante, el monitoreo continuo es importante, tanto para proteger la salud animal como para garantizar el cumplimiento de la normativa europea y local.


2. Micotoxinas y contaminantes naturales

Algunos cereales y semillas pueden desarrollar micotoxinas si se almacenan en condiciones desfavorables.

En este caso también, los productores siguen protocolos estrictos de control de calidad, con pruebas regulares y límites máximos establecidos por la legislación.

Las micotoxinas más comunes en los piensos incluyen aflatoxinas, fumonisinas y deoxinivalenol, pero el riesgo para las mascotas es generalmente bajo si se respetan las buenas prácticas de producción y almacenamiento.


3. Metales pesados

Cobre, zinc, plomo y mercurio pueden estar presentes en trazas en los ingredientes, especialmente en derivados animales y pescado.

Los límites de seguridad están establecidos por la normativa de la UE y nacional, y los productores realizan controles regulares.

La exposición crónica a niveles conformes a la ley no representa un riesgo para la salud de los animales de compañía.


4. Contaminación microbiana

Bacterias como Salmonella o E. coli pueden contaminar materias primas animales o vegetales.

La producción industrial incluye tratamientos térmicos, controles microbiológicos y buenas prácticas higiénicas para minimizar el riesgo.

La contaminación residual es rara y, cuando se detecta, puede provocar retiradas inmediatas del producto.


5. La importancia del control continuo

Todos estos contaminantes requieren sistemas de monitoreo estrictos, desde la entrada de las materias primas hasta el producto terminado.

Los productos con certificaciones (orgánico, sin OGM, premium) tienden a seguir protocolos aún más rigurosos, garantizando mayor transparencia y seguridad.

CategoríaEjemplosPosibles contaminantesObservaciones
Ingredientes vegetalesMaíz, arroz, soja, guisantesOGM, residuos de pesticidasEn Europa, se indica OGM solo si contiene ADN o proteínas detectables.
Ingredientes animalesCarne, pescado, huevos y derivadosMetales pesados, residuos de pesticidasAnimales pueden haber sido alimentados con piensos OGM.
Aditivos y nutrientesVitaminas, minerales, conservantes, colorantesNinguno significativo si cumplen normasRegulado por legislación; control estricto de dosis.
Contaminación microbianaSalmonella, E. coliRara gracias a controles de producción industrial.
MicotoxinasCereales y semillas mal almacenadasAflatoxinas, fumonisinas, deoxinivalenolRiesgo bajo si se cumplen buenas prácticas de producción y almacenamiento.

Proceso productivo y controles de calidad: cómo se garantiza la seguridad del alimento para mascotas

La seguridad del alimento para mascotas no depende solo de la calidad de las materias primas, sino también de cómo se produce y controla a lo largo de toda la cadena. Cada fase —desde la selección de ingredientes hasta la entrega del producto terminado— es fundamental para minimizar riesgos y garantizar alimentos seguros para perros y gatos.


1. Selección y verificación de materias primas

Los productores eligen proveedores confiables y, a menudo, requieren certificaciones específicas (orgánico, HACCP, ISO 22000) para garantizar la calidad de los ingredientes.

Los ingredientes vegetales y animales se analizan para detectar residuos de pesticidas, micotoxinas, metales pesados y contaminantes microbiológicos antes de entrar en producción.


2. Producción industrial

La transformación de los ingredientes incluye tratamientos térmicos, secado y mezclado que reducen significativamente el riesgo microbiológico.

Procedimientos estandarizados, como Buenas Prácticas de Manufactura (GMP) y sistemas HACCP, aseguran que cada lote cumpla con los requisitos de seguridad y calidad.

Incluso procesos como la adición de aditivos o nutrientes se controlan para cumplir con dosis precisas y límites legales.


3. Controles de calidad y pruebas del producto terminado

Cada lote de alimento para mascotas se somete a análisis químicos, microbiológicos y nutricionales para verificar que cumpla con las especificaciones declaradas en la etiqueta.

Si se detectan contaminantes por encima de los límites de seguridad, el lote puede ser bloqueado o retirado inmediatamente.

Algunos productores también realizan pruebas en varios puntos de la cadena, desde la llegada de los ingredientes hasta la distribución, para garantizar consistencia y seguridad.

pienso ogm contaminantes

4. Trazabilidad y gestión del riesgo

Cada ingrediente y lote de producto terminado es rastreable, permitiendo intervenciones rápidas en caso de anomalías o retiradas.

Los sistemas digitales y registros detallados permiten monitorear cada fase, reducir errores y aumentar la transparencia hacia consumidores y autoridades.


5. Estándares adicionales y certificaciones

Los productos orgánicos, “premium” o “sin OGM” siguen protocolos aún más rigurosos.

Las certificaciones adicionales suelen requerir controles más frecuentes y límites más estrictos, ofreciendo a los propietarios de mascotas una garantía extra sobre la seguridad y calidad del producto.


Etiquetado, transparencia y elección del consumidor: qué aparece y qué no

Aunque el alimento para mascotas esté sujeto a controles estrictos y procesos de producción seguros, la percepción del consumidor juega un papel importante en la elección de alimentos para sus mascotas. El etiquetado es la principal herramienta de información, pero tiene limitaciones significativas.


1. Qué debe aparecer en la etiqueta

La normativa europea y española exige que se indiquen:

  • Lista completa de ingredientes
  • Análisis nutricionales (proteínas, grasas, fibras, humedad)
  • Aditivos autorizados
  • Declaraciones de completitud y balance nutricional

En caso de ingredientes OGM presentes directamente (por ejemplo, soja o maíz genéticamente modificados), la indicación solo es obligatoria si contienen ADN o proteínas detectables.


2. Qué no aparece en la etiqueta

  • Animales alimentados con OGM: si la carne o el pescado provienen de animales alimentados con piensos OGM, no es obligatorio indicarlo.
  • Residuos de pesticidas o contaminantes: los niveles detectados en piensos convencionales no se muestran en la etiqueta, aunque sean monitoreados por productores y autoridades.

Esto genera una percepción de “falta de transparencia”, aunque la seguridad del producto esté garantizada por los controles.

3. Percepción del riesgo y decisiones de los consumidores

Muchos propietarios de mascotas expresan preocupación por los OGM, pesticidas y aditivos, incluso cuando los datos científicos no muestran riesgos clínicos.

La demanda de alimentos “premium”, orgánicos o “sin OGM” surge principalmente del deseo de tener mayor control y confianza sobre lo que consumen sus mascotas.

Estudios europeos muestran que una gran parte de los consumidores desea un etiquetado claro y completo, incluso si los riesgos reales son bajos.


4. Cómo orientarse en la elección

  • Leer atentamente la etiqueta y verificar las certificaciones (orgánico, ISO, HACCP).
  • Informarse sobre el origen de las materias primas, políticas de los proveedores y controles adicionales.
  • Considerar que la seguridad de los productos convencionales está garantizada por normativas y controles, pero los productos certificados pueden ofrecer un nivel extra de transparencia y trazabilidad.

Investigación sobre los efectos en la salud animal y lagunas en el conocimiento

La seguridad del alimento para mascotas está respaldada por numerosos estudios y controles regulatorios, pero algunas preguntas permanecen abiertas. Analizar los efectos en la salud de nuestros animales es esencial para comprender los riesgos reales, los límites del conocimiento y las prioridades futuras.

1. Estudios científicos en animales de compañía

Numerosos estudios experimentales y de seguimiento han evaluado el efecto de ingredientes, OGM y residuos químicos en perros y gatos.

En general, no se han documentado efectos clínicos negativos asociados con la alimentación con piensos convencionales.

Los estudios incluyen:

  • Experimentos con dietas que contienen OGM;
  • Monitoreo de animales alimentados con piensos industriales durante períodos prolongados;
  • Evaluación de residuos químicos (pesticidas, metales) en los comederos y en la sangre de los animales.

2. Efectos observados

Algunos estudios reportan alteraciones metabólicas o biomarcadores menores en animales expuestos durante mucho tiempo a dosis elevadas de contaminantes, pero esos niveles son mucho mayores que los presentes en los piensos comerciales.

No existen pruebas sólidas de enfermedades clínicas, reducción de la longevidad o problemas de comportamiento relacionados con la dieta industrial convencional.


3. Lagunas en la investigación

Los estudios a largo plazo y sobre mezclas de contaminantes a bajas dosis todavía son limitados.

El efecto combinado de múltiples residuos químicos, aditivos e ingredientes no completamente naturales está poco explorado.

Algunas especies o razas podrían tener sensibilidades particulares, pero la evidencia es escasa y fragmentaria.


4. Investigación continua y actualizaciones

Las autoridades europeas y nacionales requieren un monitoreo constante de los contaminantes y la actualización de los límites de seguridad.

La industria de alimentos para mascotas invierte en investigación y desarrollo, probando nuevas formulaciones e ingredientes alternativos (proteínas vegetales, insectos, ingredientes reciclados).

La literatura científica se actualiza constantemente para identificar posibles riesgos emergentes y mejorar la seguridad de los alimentos.

Las investigaciones más recientes indican que, aunque no hay evidencia de efectos tóxicos inmediatos, permanecen abiertas cuestiones relacionadas con la exposición acumulativa y los efectos sinérgicos de los residuos de pesticidas presentes en los piensos.

Como destacan estudios recientes (Science of the Total Environment, 2025), las futuras investigaciones deberán centrarse en exposiciones crónicas a largo plazo, evaluando la bioacumulación de compuestos específicos en los tejidos animales y sus posibles implicaciones para la salud.

La ampliación de las actividades de vigilancia a diferentes formulaciones de alimentos para mascotas y mercados geográficos será fundamental para mejorar la evaluación de riesgos y orientar las políticas regulatorias.


Implicaciones éticas, ambientales y tendencias futuras

Además de la seguridad y calidad nutricional, el alimento para mascotas plantea cuestiones éticas y ambientales cada vez más relevantes para consumidores, productores y reguladores. Comprender estos aspectos ayuda a interpretar mejor las elecciones del mercado y las tendencias emergentes.

1. Impacto ambiental de la producción de alimentos para mascotas

La producción de carne y derivados animales requiere recursos significativos: agua, suelo, energía y alimento para los animales.

El uso de cereales y legumbres, especialmente si son OGM o cultivados de forma intensiva, puede implicar el uso de pesticidas y fertilizantes químicos, con consecuencias sobre la biodiversidad y los ecosistemas.

Algunas empresas están explorando soluciones más sostenibles, como proteínas alternativas (insectos, proteínas vegetales, subproductos de la cadena alimentaria) y la reducción de desperdicios a lo largo de la cadena de suministro.


2. Cuestiones éticas

El bienestar animal en la producción de materias primas es un tema cada vez más relevante.

Las certificaciones orgánicas o éticas incluyen prácticas de cría más respetuosas, limitación de OGM en los piensos y mayor transparencia en la cadena de suministro.

La percepción ética influye fuertemente en las decisiones de los consumidores, impulsándolos hacia productos “premium” o “responsables”.


3. Tendencias emergentes

  • Alimentos orgánicos y “sin OGM”: responden a demandas de transparencia, sostenibilidad y percepción de seguridad.
  • Ingredientes innovadores: proteínas alternativas como insectos, algas o proteínas recicladas reducen el impacto ambiental y ofrecen opciones nutricionales.
  • Trazabilidad digital: blockchain y sistemas de monitoreo permiten seguir cada ingrediente, aumentando la confianza y transparencia.
  • Enfoque en salud y bienestar: formulaciones específicas para edad, raza o condiciones particulares son cada vez más comunes, combinando nutrición, seguridad y personalización.

4. Educación y responsabilidad del consumidor

Los propietarios de mascotas pueden contribuir eligiendo productos certificados, transparentes y sostenibles, leyendo atentamente las etiquetas e informándose sobre el origen de los ingredientes.

La conciencia de los consumidores estimula a la industria a mejorar los estándares de calidad, seguridad e impacto ambiental.

Conclusión y prácticas recomendadas

Del análisis de ingredientes, contaminantes, procesos de producción y normativas, se concluye que el alimento convencional para mascotas es generalmente seguro para perros y gatos, gracias a controles regulatorios, pruebas de calidad y cadenas de suministro trazables. Sin embargo, la seguridad alimentaria no es un concepto estático: depende de las materias primas, la producción, el etiquetado y la gestión del riesgo.


1. Para los productores

  • Garantizar transparencia: indicar claramente los ingredientes, cumplir con las normativas sobre OGM y comunicar políticas de seguridad y calidad.
  • Implementar controles rigurosos: monitoreo de residuos químicos, micotoxinas, metales y contaminantes microbiológicos a lo largo de toda la cadena de suministro.
  • Certificaciones y trazabilidad: adherirse a estándares orgánicos, HACCP, ISO y sistemas digitales de trazabilidad para aumentar la confianza y seguridad.
  • Actualización continua: seguir la evidencia científica emergente y las directrices de las autoridades para mejorar constantemente la seguridad de los productos.

2. Para los consumidores

  • Leer atentamente las etiquetas: verificar ingredientes, análisis nutricionales y posibles certificaciones.
  • Informarse sobre el origen: preferir marcas que garanticen trazabilidad y transparencia.
  • Evaluar certificaciones adicionales: productos orgánicos, premium o “sin OGM” ofrecen un mayor nivel de control, aunque los productos convencionales también cumplen con los estándares de seguridad.
  • Conservación correcta: seguir las indicaciones sobre temperatura, humedad y fecha de caducidad para mantener la calidad y reducir riesgos microbiológicos.

3. El punto clave

La percepción del riesgo relacionada con OGM, pesticidas o aditivos no siempre corresponde a riesgos reales documentados.

La seguridad del alimento para mascotas es fruto de décadas de regulaciones, monitoreos científicos y controles industriales, y los datos disponibles confirman que los productos comerciales cumplen los límites de seguridad para animales de compañía.

El rápido desarrollo del mercado de alimentos para mascotas, evidenciado también en España, requiere un compromiso constante en la evaluación de riesgos emergentes.
Aunque los datos actuales confirman la seguridad general de los productos, la investigación deberá profundizar en los efectos a largo plazo y en la posible acumulación de residuos químicos en los tejidos animales, para garantizar una protección completa de la salud de perros y gatos y una regulación siempre actualizada.


Percepción y realidad: el papel del consumidor informado

A pesar de que la evidencia científica indica que los piensos para mascotas son seguros y cuidadosamente controlados, la percepción del riesgo por parte de los consumidores sigue siendo elevada. Términos como “OGM”, “pesticidas” o “químico” a menudo evocan temores más relacionados con emociones y confianza que con datos objetivos.

La distancia entre ciencia y percepción surge de la falta de transparencia comunicativa y de un bombardeo informativo a menudo contradictorio, lo que lleva a muchos propietarios a elegir productos “naturales”, “grain-free” o “sin OGM” como garantía de calidad, incluso cuando las diferencias nutricionales o de seguridad no están comprobadas.

En definitiva, el verdadero objetivo no es eliminar la percepción del riesgo, sino educar en la lectura crítica de la información y valorar el conocimiento como herramienta de protección para nuestros animales y para el medio ambiente. La ciencia puede asegurar la seguridad, pero solo la transparencia puede garantizar la confianza.

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¿Los alimentos para perros y gatos contienen OGM?

En Europa, algunos ingredientes vegetales como la soja y el maíz pueden proceder de cultivos modificados genéticamente, pero solo deben indicarse en la etiqueta si el producto contiene ADN o proteínas OGM detectables.
Incluso cuando están presentes, no existen evidencias científicas de efectos negativos en los animales. Las autoridades europeas (EFSA) y nacionales realizan controles continuos para garantizar su seguridad.

¿Hay pesticidas o contaminantes en el pet food?

Pueden existir trazas residuales procedentes de materias primas vegetales o animales, pero los niveles detectados son muy inferiores a los límites de seguridad establecidos por la normativa europea.
Las empresas y las autoridades llevan a cabo controles rigurosos y periódicos para asegurar que ningún producto con riesgo llegue al mercado.

¿Por qué muchos propietarios prefieren alimentos “naturales” o “sin OGM”?

Se trata principalmente de una cuestión de percepción y confianza. Términos como “natural”, “ecológico” o “sin OGM” se asocian con una mayor sensación de seguridad, aunque los productos convencionales ya son seguros.
Lo importante es leer las etiquetas, informarse sobre el origen de los ingredientes y elegir marcas transparentes y certificadas.

Fuentes:

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